En esta localidad escribió Concha Espina "La niña de Luzmela" y de aqui le viene el sobrenombre de Luzmela. Esta visita me hará recuperar de mi biblioteca esta obra para volver a leerla.
Otro día soleado y magnifico para las fechas en las que nos encontramos.
El trayecto desde Santander es agradable y rápido, tan sólo 46 kilómetros lo separan desde la capital.
Es una bonita localidad con importantes casonas montañesas y palacios,como la finca "Las Magnolias", que tiene un interesante mirador,la Iglesia de San Martín con su torre poligonal. Como es habitual, hemos tomado apuntes y fotos para hacer alguna acuarela.
Después del paseo por el pueblo, nos dirigimos a la cercana localidad de Cos, a un kulómetro y medio de Mazcuerras, con el fin de hacer mesa en el conocido restaurante "La Casona". Este establecimiento cuenta también con alojamiento, es muy bonito, con unos jardines y arbolado preciosos, que junto a los buenos cuadros que decoran el local y su excelente cocina, hacen la estancia en el mismo, muy agradable. también la prohibición de fumar en el comedor, ayudaba, si cabe, a respirar una atmosfera muy limpia y acorde con el lugar donde nos encontrabamos.
Tomamos setas de otoño,de denominación Boletus, que no conocía,muy buenas,revueltas con huevo y de segundo chuletillas de cordero que estaban excelentes y un sorbete de naranja al cava, Tino optó por el tradicional bizcocho como postre. No hubo café y el importe total de la factura ascendió a 11.000 de nuestras añoradas pesetas.
A las seis y media de la tarde ya estabamos de regreso en casa, donde ya en mi butaca, donde leeré "La niña de Luzmela", fumé un Vega Fina, que me sentó muy bien, antes de pasar al ordenador a escribir esta breve crónica que acabas de leer.
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