La bonanza climatológica con la que nos
despertó el nuevo día, y mis ansias por conocer el nuevo viaducto de
Montabliz, me animaron a organizar junto con Tino una de mis salidas
gastroculturales. Hoy tocaba, Fontibre.
La irregularidad a la que ya nos tiene
acostumbrados en este año la estación estival, nos sorprendió este
día con una situación climatológica ideal para emprender una nueva
"escapada".
Esta era un tanto especial para mí, pues debido a
unos pequeños achaques, he estado un tiempo sin poder realizarlas, asi
que la misma fue emprendida con mucha ilusión.
El destino elegido fue Fontibre, por un lado, para
poder conocer el fabuloso viaducto de Montabliz, del que he seguido
puntualmente el desarrollo de su construcción, desde la primera piedra,
y hoy, me "tocaba" inaugurarlo.
Era tal y como lo había imaginado, todos los
adjetivos se quedan cortos. En lo referente al avance en lo que a
comunicaciones se refiere, esta nueva via, acerca más Cantabria, si
cabe, al resto de la Península. En tan sólo 40 minuto desde Santander,
a la velocidad reglamentaria, nos encontrabamos en Reinosa, y en pocos
minutos más ya en Fontibre.
Aquí en Fontibre, hace ..........buf, ni me acuerdo,
muchos años, nuestra empresa García y Rumayor, ejecutó las obras de
construcción de las escuelas. Creo que desde entonces no había vuelto a
estar en esta localidad.
Fontibre se sitúa en el área central del Valle de
Campoo, a 930 metros de altura entre los montes de La Guariza, al sur, y
las peñas del Arbejón y Campana, al norte, con laderas donde abundan
formaciones boscosas de hayas y de quejigos. La pureza del aire que se
respira en este lugar es algo increíble. Los materiales calizos han
conformado el relieve de esta parte central del valle de Campoo y
explican la formación de la hoya o manantial del cual manan las aguas
del río Ebro, que no es más que el punto en el que reaparece una parte
del caudal del río Híjar.
Junto al nacimiento del Ebro hay un área recreativa
muy visitada; y puede verse una escultura de Jesús Otero sobre el
significado del río Ebro, con cita de Menéndez Pelayo. Fontibre forma
parte del Coto Fontibre, truchero. Además, todo Fontibre es un lugar de
gran valor paisajístico con una superficie de siete hectáreas y está
poblado de chopos, robles y hayas. Destaca del lugar, la parroquia de
San Félix del siglo XII y su retablo es del siglo XVIII.
Después del obligado paseo con la correspondiente
captura de instantáneas, el estómago ya pedía paso, y raudos, Tino y yo,
buscamos plaza donde satisfacerlo.
Nos decidimos por un local nombrado "Fontebro", en el
que José Angel, su propietario, nos atendió de maravilla. Decidimos
tomar asiento en una de las mesas que dispone en el exterior, habida
cuenta de lo agradable que estaba el día.
Desde el primer momento teníamos clara una cosa,
comeríamos cecina, y así fue; exquisita, muy bien cortada y preparada
con su ligero riego de aceite de oliva. Así mismo degustamos una carne
riquísima de la zona. La carne de Cantabria.
Y con el merecido reposo en la sobremesa, nos
dispusimos a emprender el viaje de vuelta, con la satisfacción de haber
disfrutado de un magnífico día.
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